La evolución de los superhéroes y su importancia en nuestra actualidad

El valor moral de Batman
Según la Real Academia Española, un superhéroe es un personaje de ficción que posee poderes extraordinarios. Desde tiempos remotos, el ser humano se ha dedicado en plasmar sus principios, ideas y convicciones en deidades, divinidades y figuras creadas por el mismo. Cabe recalcar, que no todo se trata de figuras religiosas, héroes o guerreros griegos y romanos, sino que el concepto de superhéroe ha existido desde hace miles de años como un predecesor el superhombre. Desde Oriente a Occidente nacen negocios globales con personajes diferentes con los cuales nosotros, hombres mortales e imperfectos, podemos inspirarnos en ser mejores personas y querer hacer de este mundo, un lugar mejor. No sólo proyectamos en ellos nuestro ideal de ser humano a alcanzar, sino también nuestros errores e imperfección. Esta última idea no existía hasta que en los años sesentas, en vez de seguir “divinizado” a los superhéroes, comenzaron a “humanizarlos”, a hacerlos sensibles también. Pero todo esto con un fin: Representar la esperanza y el esfuerzo en los momentos más difíciles para salir adelante. Como Superman en la Gran depresión, o Capitán América y Mujer Maravilla en la segunda guerra mundial, y Thor en un aspecto más divino.

                         

Enfocándonos en éstos últimos, Capitán América representa el ideal del soldado y ciudadano estadounidense. Por otro lado, Thor, Dios del trueno nórdico, representa la protección en la cultura pagana, la consagración, la justicia, la fuerza, las batallas, entre otras cosas. Esta es la manera en la que el ser humano ha ido reflejando su realidad y una posible respuesta hacia ella. Con el paso del tiempo, la moral humana fue evolucionando o más bien, modificándose y haciéndose más “flexible”, para bien o para mal generando consigo, diversas escalas de grises, generando así, la necesidad de los “antihéroes”. Según la Real Academia Española, los antihéroes son personajes destacados o protagonistas de una obra de ficción cuyas características y comportamientos no corresponden a los del héroe tradicional. Este desempeña el mismo papel de importancia y protagonismo que el héroe tradicional, pero carece de sus características de perfección determinando por su moral a escala de grises, por lo general inspirado en ideologías de corte nihilista y regidos por su propia experiencia y no lo preestablecido, destacando los defectos y dificultades del ser humano. 

                         

Como ejemplo están los X-Men de Marvel, donde su “crew” está formado por superhéroes de moral tradicional o con más tendencia al anti-heroísmo sin caer en la villanía, erradicando el caos en el mundo hostil en el que vivimos y dentro del grupo también por sus radicales diferencias. Sin embargo, los superhéroes no siempre tienden que ser perfectos, cabe destacar que también existen unos neuróticos, inestables, violentos y vulnerables. Al final la mayoría siguen siendo humanos, por lo tanto, tendemos a identificarnos más con ellos. En un pasado nosotros nos adaptamos para ser como los superhéroes perfectos, pero conforme pasa el tiempo preferimos adaptarnos a los superhéroes humanizados e imperfectos. Podríamos decir que los “superhombres” pasaron a ser superhéroes, y de “superhéroes” a cuestionadores de lo preestablecido eligiendo su propio camino, causas y ambiciones, persiguiendo un ideal que hasta cierto punto puede ser infantil o pesimista acerca de lo que es bueno y malo, ya que al final es algo mucho más complejo. "En el fondo, los superhéroes son la personificación de los sueños del ser humano, de perfección inmediata, en cierto sentido hasta los santos de la tradición cristiana son superhéroes", dijo el escritor Rafael Martín (2016, párr. X), novelista, guionista de cómics y autor de varios ensayos sobre estos seres extraordinarios, el último llamado MARVEL: Crónica de una época (2016).

                             

Gracias a esto se rompen los estereotipos en las películas, puesto que cada uno asume y representa una posición ética elaborada, siendo el determinante de caracterización de cada personaje brindándole a cada uno su propia personalidad y valores. Tenemos el claro ejemplo de Avengers Civil War, una “guerra” entre los dos personajes más queridos de Marvel: Capitán América vs Iron Man. Ninguno es villano, ambos son personas con diferentes mentalidades y formas de actuar. No solo personifican nuestras luchas y valores, sino cómo y de qué forma queremos llevarlas a cabo, ya que cada uno tiene sus métodos diferentes y han vivido por situaciones diversas que los han hecho ser quienes son. Por ello, también podemos tender a sentirnos identificarnos con su pasado, y de alguna forma, poder justificar nuestras acciones en el presente y a futuro. Pasamos al ejemplo de Venom, el antihéroe de Marvel y archienemigo de Spiderman que ha sido una sensación en nuestra sociedad. No solo rompe con la típica seriedad vista en las tramas. La gente se identifica con su ironía, humor negro y el “chiste” de que puedes llegar a ser un antagonista carismático con un buen sentido del humor.

                      

Por otra parte, el contraste opuesto serían los superhéroes clásicos como Superman, en cambio, siempre saben qué hacer, constantemente vemos que toman las decisiones adecuadas para el bien común, además lucen físicamente espectacular, y van tras aventura tras aventura luchando contra el mal que supuestamente “nunca gana”. Son héroes épicos que, a diferencia de los héroes de las comedias o en este caso, Venom que es un antihéroe, no cambian, no maduran, no sufren, no dudan, por lo tanto, son “perfectos”. Se podría decir que cada vez estamos más cerca de aceptar nuestra imperfección y adoptar una visión más realista de como pueden ser son los hombres con súper poderes: siguen siendo exactamente igual que nosotros, cometen errores, son imperfectos, o incluso pueden estar peor que nosotros en muchas otras cosas. Otros superhéroes que rompen con el típico estereotipo de “perfección” y fueron humanizados aparte de los X-Men y los anteriormente mencionados, son personajes como Spiderman, Thor, Iron Man, Deadpool, etc., creados por Stan Lee y Jack Kirby, escritores cuyos ideales son más realistas, donde algunos de estos personajes obtienen sus dones por medio de accidentes, mutaciones o resultado de una híperinteligencia. Por lo tanto, tienen que aprender a vivir con ellos, controlarlos, y usarlos a su favor. 

                          

En conclusión, este es un fenómeno que vemos todos los días en nuestro entorno: personas con síndromes y habilidades prodigio/extrañas biológicas, hipersensibilidad e inteligencia, entre otros, donde muchas veces son dominadas por estas características que poseen pero que si pudieran tener control sobre ellas podrían ser “seres fuera de lo común”, siendo capaces de hacer arte y destacar por hacer el bien en el mundo. Tal vez haya leyendas más allá de los guerreros griegos que lucharon por su patria y sus ideales, al igual que el hombre donde al final de su travesía vuelve a casa, aunque en todas las demás aparecen tipos con capas y súper poderes.
   
                            

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